MEJORA DE LA CONVIVENCIA Y PREVENCIÓN DEL ACOSO ESCOLAR
MÓDULO
4. PRESENTACIÓN DE BUENAS
PRÁCTICAS.
CASO
Caso 2: Caso de victimización de tipo activo.
Estamos
ante un grupo formado por 28 alumnos/as de los cuales el 54% por ciento
son niñas y cuya edad media es de 11 años.
Hay una alumna que declara
que no tiene amigos, se siente a aislada y lleva muy mal la situación, aunque
reconoce que se lleva bien con su compañera de mesa. Reconoce que lleva meses
viviendo esta situación y que aún no lo ha hablado seriamente con su familia.
Claramente hay un caso de acoso de esta niña de tipo víctima activa debido a
que se intenta defender de la situación, de hecho ella declara no sentirse
indefensa ante la situación.
Por otro lado el grupo de
testigos declara que a la alumna le pegan, insultan, aíslan. Reconocen que
tiene pocos amigos (1 ó 2), que lo debe
estar pasando mal y que no sabe defenderse ante dicha situación.
El grupo también opina y se
justifica que esta niña sufre acoso porque es una niña que le gusta mucho
discutir, llamar la atención, llevar la contraria y es diferente al resto de
los niños.
La alumna de tipo activo en cuanto a sus rasgos psicológicos y de
personalidad se asocia generalmente a alumnos:
·
Con escaso
control de impulsos
·
baja
competencia para interactuar socialmente con otros.
·
Habitualmente
se acompaña de hiperactividad y/o déficit de atención.
·
Reclaman del
resto de sus compañeros su atención, interrumpiendo.
·
Si reciben
agresión, reaccionan de un modo agresivo.
·
Elevada
necesidad de atención.
·
A veces, se
vincula con falta de afecto en el ámbito familiar.
·
generalmente,
son alumnos muy rechazados en el grupo incluso por el profesorado.
MEDIDAS ORGANIZATIVAS que se adapta mejor al contexto escolar y/o de centro y las características de la alumna.
Nos encontramos en un centro que se encuentra ubicado en la zona Sur de la Comunidad de Madrid. Respecto a otros
colegios de la zona se caracteriza por escolarizar un porcentaje significativamente
superior de alumnado de diferentes nacionalidades (más
del 40%), registrando una variabilidad significativa de solicitudes de
matrícula en período ordinario y el aumento de solicitudes de traslado, así
como de escolarizaciones en período extraordinario.
Nuestro
centro educativo está sensibilizado con la necesidad de intervenir en la
resolución de conflictos y desea elaborar un Plan de Convivencia real y
ajustado a las necesidades de su alumnado. El tutor del aula de la alumna 24,
como miembro de este centro escolar desea participar e intervenir en el
desarrollo de un Protocolo de actuación, ante situaciones de conflicto escolar
y prevenir posibles futuras situaciones.
Las estrategias que mejor se adaptan a esta situación en
particular en un PROGRAMA DE EDUCACIÓN SOCIOEMOCIONAL:
¿Qué es y para qué sirve? En los
últimos años, con el fin de introducir la educación de las emociones en el
ámbito escolar, se ha generado todo un movimiento educativo denominado
“Educación emocional” o “Educación Socioemocional”. Este movimiento se basa en
un modelo educativo que promueve el desarrollo de las competencias y
habilidades de la Inteligencia Emocional que es uno de los principales focos de intervención para el caso 2 ; tanto
para la intervención directa con la alumna 24 como para con el aula.
El término, mundialmente conocido desde
la publicación del best seller con el mismo nombre de Daniel Goleman, se
refiere a un conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y
competencias que determinan la conducta de un individuo, sus reacciones,
estados mentales, etc., y que puede definirse, según el propio
Goleman, como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los
de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”. La
Inteligencia emocional implica cinco tipos de competencias. Las tres primeras son de carácter
intrapersonal y las dos últimas de carácter interpersonal:
1. La conciencia emocional. Supone la capacidad de darnos cuenta y ser conscientes de lo que sentimos
y poner nombre a las emociones. También implica la capacidad de identificar y
ser conscientes de las emociones de las demás personas.
2. La regulación emocional. Es la habilidad de regular nuestras propias emociones, de desarrollar
emociones positivas y de controlar los impulsos.
3. La autonomía emocional.
Se refiere a desarrollar la confianza en uno/a mismo/a, tener autoestima y
pensamiento positivo y auto motivarse.
4. Las habilidades
socioemocionales. Las más relevantes son la capacidad de escuchar
activamente, de ser asertivo/a, de resolver conflictos de manera constructiva y
de trabajar en equipo.
5. Las habilidades para la vida y
el bienestar personal. Se trata de habilidades para
lograr organizar una vida sana y equilibrada, como la capacidad de Programa de
inteligencia emocional organización y desarrollo personal y social y la
de mantener una actitud positiva ante la vida.
Los estudios más recientes
muestran que la carencia de estas habilidades afecta al alumnado ya que suele
provocar problemas de comportamiento relativos a sus relaciones
interpersonales, su bienestar psicológico, su rendimiento académico y las
conductas disruptivas. Desde esta perspectiva, la educacional emocional se ha
convertido en una tarea necesaria en el ámbito escolar y la mayoría de los/as
docentes consideran primordial el dominio de estas habilidades para el
desarrollo evolutivo y socioemocional de sus alumnos y para el desarrollo de
una convivencia positiva en los centros escolares.
Según Bisquerra (2000) la educación
emocional es el “proceso educativo, continuo y permanente que pretende
potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo
cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la
personalidad integral. Capacitar al alumnado de conocimientos y competencias
emocionales que le permitan afrontar la vida tanto personal como profesional
con éxito y aumentar su bienestar a nivel de salud y de convivencia”.
Todos los estudios coinciden en las
características de los alumnos emocionalmente inteligentes, que, a modo de
resumen, son las siguientes:
Poseen un buen nivel de autoestima.
Aprenden más y mejor.
Presentan menos problemas de conducta.
Son personas positivas y optimistas.
Resisten mejor la presión de sus compañeros
y superan sin dificultad las frustraciones.
Resuelven bien los conflictos.
Son más felices, saludables y tienen más
éxito.
Modelos de intervención: Los modelos de
intervención son muy variados, entre ellos, hay que destacar: (en este punto es donde damos el modelo de Protocolo de Actuación)
La orientación ocasional. El
personal docente aprovecha la ocasión del momento para impartir conocimientos
relativos a la educación emocional. Programas extraescolares. Se utiliza el
horario extraescolar, de forma voluntaria.
Asignaturas optativas. Se
ofertan asignaturas optativas sobre la educación emocional.
Acción
tutorial. El plan de acción tutorial incluye la educación emocional.
Integración curricular. Integrar los contenidos de la educación emocional de
forma transversal a lo largo de las diversas materias académicas, y a lo largo
de todos los niveles educativos.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
Para responder
al desarrollo del Proyecto Final opto en el desarrollo del Programa de
habilidades socioemocionales por un PROTOCOLO DE ACTUACIÖN, basado en un
modelo de ACCIÓN TUTORIAL. Ya que nos encontramos en un centro de Educación
Primaria y consideramos muy relevante la intervención sobre esta situación de
acoso y la prevención de futuras situaciones conflictivas.
El Plan para la Convivencia de
este Centro Escolar, recoge y estructura los principios y
líneas de actuación básicos para la potenciación de la convivencia en los
centros y la consolidación de las buenas prácticas que los mismos vienen
desarrollando, así como protocolos y recursos para facilitar su tarea.
Así, las
diferentes medidas, actuaciones o estrategias, como el Programa de
Habilidades socioemocionales, que se adoptarán en este centro se
reflejarán, tanto en los distintos niveles de concreción curricular (Proyecto
Curricular de Centro y programaciones didácticas), como en el Plan de Atención
a la Diversidad (PAD) y Plan de Acción Tutorial (PAT) y, desde luego, ser la
fuente básica para la concreción de los futuros Reglamentos de Régimen
Interior. La Programación General Anual, será año a año el documento que
canalice las iniciativas del Plan de Convivencia determinando su imbricación
con el resto de documentos curriculares y de planificación. El Plan de
convivencia debe afectar, por lo tanto, al proceso de enseñanza-aprendizaje así
como a las propias estructuras organizativas que lo hacen factible.
El Plan
recogerá las actividades, estrategias, acciones, etc… que, a iniciativa del
Equipo Directivo, Departamentos, Ciclos, Claustro de Profesores/as, Consejo
Escolar, Comisión de Coordinación Pedagógica, AMPAS, Junta de Delegados, etc.
tengan como objeto, ya sea dentro o fuera del horario lectivo, fomentar un buen
clima de convivencia dentro de cada centro escolar y que tras el análisis y
valoración de las mismas el centro considere que deben incluirse en el Plan.
El Programa de Habilidades
Socioemocionales dirigida a la alumna 24, así como las habilidades a desarrollar por el grupo
aula: tolerancia, empatía, diálogo…El tutor propondrá una intervención basada
en las características de la alumna principalmente que es una alumna de TIPO
ACTIVA. Generalmente las fuentes bibliográficas nos remiten a una
intervención fundamentada en:
- Refuerzo socioemocional para victimas activas: donde se buscará ayudar a la alumna a afrontar situaciones límite y a desarrollar el autocontrol.
- Control emocional y búsqueda de alternativas: para descubrirle nuevas oportunidades de desarrollo y relación.
El plan de
actuación e intervención irá enfocado a todos los ámbitos de desarrollo de la
alumna y principalmente hacia ella misma, a nivel de desarrollo
socio-emocional.
El
Programa de Habilidades socioemocionales: se incluirá como hemos indicado
dentro de la Programación General anual y dentro del Plan de acción Tutorial
del maestro del aula.
Las actividades que
se realizan en el aula requieren una metodología vivencial, es decir, no
son una mera exposición teórica de conceptos. Esta metodología de aprendizaje
requiere que el docente tome el papel de un/a facilitador/a y no el del
profesor/a tradicional.
Es conveniente que el maestro –tutor que
desarrolla el programa en el aula reciba una formación básica centrada en los
conceptos y destrezas de habilidades socioemocionales, resolución de conflictos
que se enseñarán al alumnado. Para lograr los objetivos que se
plantean, es crucial que las actividades se lleven a cabo de una forma
sistemática a lo largo del curso escolar con una periodicidad semanal
o, como mucho, quincenal. En cada curso escolar se deben realizar un mínimo
de doce actividades. El programa tiene un carácter eminentemente
preventivo y educativo y sus resultados son más visibles a medio plazo.
La aplicación de este tipo
de programa requiere una planificación y organización previa que garantizará el
éxito de la experiencia. Es imprescindible definir de antemano
aspectos como: Las aulas y tutores/as o docentes que van a aplicar el
programa. Es recomendable que la aplicación de un programa de estas
características en cada aula sea voluntario por parte del
tutor/a ,si este tutor no quiere colaborar ,un miembro de los coordinadores del
programa lo puede desarrollar con él (Jefe de Estudios) y será de modelo para
situaciones e intervenciones similares posteriores. La selección de la
secuencia de actividades a realizar en cada aula (puede desarrollarse en la de
la alumna 24 y otras donde se aprecien situaciones similares), elaborando un
modelo para cada uno de cursos, desde educación infantil hasta sexto.
Es recomendable que un equipo
de docentes actúe como coordinador del programa, realizando el diseño
básico de su implementación y actuando como motor y supervisor del mismo. Y que
el Jefe de estudios del centro sea el coordinador de este equipo y
supervise su revisión en los diferentes contextos educativos, no sólo el aula
(patio, comedor…). Así mismo será fundamental reuniones periódicas con
las familias de las aulas que están aplicando el programa (aula de la
alumna 24). Para que ellos también se impliquen, colaboren y supervisen su
aplicación fuera del centro escolar.
Todo proceso de
intervención tendrá otro de evaluación que implicará a todos los
agentes que han intervenido en la aplicación y desarrollo de este Programa de
habilidades Socioemocionales: alumnado, familia, docentes y otros miembros de
la sociedad educativa, pudiendo recurrir a agentes o entidades externas si
fuera preciso.